La siembra de soja vuelve a subir tras 9 campañas en descenso y ahora apunta a las 17 M ha

La falta de recursos financieros luego de la sequía histórica hace que termine sumándose superficie a la oleaginosa en detrimento del maíz, que por mayores costos e incertidumbre en el acceso a fertilizantes parece haber encontrado su techo en las hectáreas proyectadas.

La superficie de soja pasó de 20,25 M ha en el 2014/15 a 15,97 M en el ciclo pasado. La oleaginosa fue perdiendo a lo largo de las últimas 10 campañas el 21% del área sembrada, según datos aportados por la BCR.

Pero más allá del área, a la soja le está pesando el estancamiento genético, se ha quedado atrás frente a la evolución del potencial productivo maicero. También le pesan los problemas de malezas resistentes y los costosos controles.

La soja es el cultivo al que se recurre en última instancia cuando, por razones de peso, no se puede sembrar todo el maíz que se quisiera. Esto es lo que está sucediendo a poco más de un mes de que comience la siembra maicera. Se agrega el hecho que, debido a la feroz sequía del año pasado, hay una gran cantidad de hectáreas que el año pasado no pudieron sembrarse y vuelven a estar disponibles. La falta de recursos financieros luego de la sequía histórica hace que termine sumándose superficie a la oleaginosa.

Es por estos motivos que desde la Bolsa de Comercio de Rosario entienden que el área de soja del ciclo 2023/24 vuelvería a subir, después de 9 campañas de caída ininterrumpida.

 

La primera estimación nacional en cuanto a intención de siembra de la oleaginosa señala 17 M ha. El aumento sería de un millón de hectáreas, 6,2% más que en la 2022/23. Bajo un escenario de clima normal, Argentina podría producir aproximadamente 48 Mt de soja, frente a la estimación de 20 Mt del ciclo anterior.

El maíz 2023/24 empataría en hectáreas a su ciclo previo

En el caso del cereal, la BCR proyecta que el maíz nuevo repetiría el mismo nivel de siembra que el del año pasado, es decir 8,5 M ha. Hay factores positivos y negativos. Entre los que suman a sostener el maíz está el clima: la presencia de un Niño moderado, tras 3 ciclos marcados por la Niña, alienta la esperanza de contar con un escenario de alta producción. Otra cosa que le suma al maíz es la caída que hubo en siembra triguera, en especial en el oeste de la región pampeana.

El productor tiene decidido no salirse de las rotaciones trazadas y, en principio, donde no pudo sembrar trigo quiere hacer maíz. Incluso, quisiera sembrar más maíz, si el resto de las variables lo permitieran. Por eso, la intención maicera está muy presente en este año. Lo que le juega en contra al maíz son los altos costos de producción, especialmente a los que alquilan. Pero, más aún a los productores chicos y medianos que no pudieron anticipar sus compras, al quedar desfinanciados y aún no disponen de urea. La incertidumbre y los aumentos de costos, en especial en los fertilizantes, en un cultivo en el que los rindes son directamente proporcionales a las dosis que se aplican, es una limitante significativa para el crecimiento del área maicera.

Con 8,5 M ha de intención de siembra para el ciclo 2023/24, la producción de maíz se puede proyectar en 56 Mt, contrastando con la producción afectada por la sequía de la campaña pasada, de 34 Mt. Este cálculo contempla un escenario normal y tiene en cuenta que 7 M ha serán cultivadas para grano.

Hay ajustes en rinde a la baja por la mala performance que se observa en la cosecha de los maíces tardíos. Los cambios negativos más importantes se observan en Córdoba (-4,2 qq/ha), Buenos Aires (-1,6 qq/ha) y Santa Fe (-1,2 qq/ha). También hay ajustes positivos en la superficie, adicionándose 610.000 ha, que llevan el total de área sembrada a 8,5 M ha.

Se estima un área cosechada con grano de 6,6 M ha. De esta forma, la producción de maíz argentina alcanza a 34 Mt, estimándose 2 millones más. Se efectuaron ajustes de área en las provincias del oeste y norte de Argentina, como así también en el sur de Buenos Aires, por siembras realizadas extremadamente tarde. Con 82% de avance de cosecha se ajusta el rinde nacional a 51,7qq/ha, el que se constituye en el rinde maicero más bajo desde el 2008/09, ciclo en el que GEA comenzaba a realizar las primeras estimaciones de producción.

 

Fuente: Todo Agro