Aunque se proyectan menores rindes frente a la campaña pasada, el precio de la oleaginosa permitirá sacar una buena diferencia económica, según un análisis de proyecciones elaborado por la BCCBA. El informe muestra los márgenes brutos que, en promedio, arrojaría la soja en las provincias de Córdoba, San Luis, La Pampa, Santiago del Estero y Tucumán.
La tasa de rentabilidad promedio en Córdoba para soja de primera se estima en 20,2% en la campaña 2020/21, 20 puntos básicos por encima de la campaña previa. Si bien se espera un menor rendimiento de la oleaginosa, que disminuyó un 5%, los precios a cosecha serían superiores al año previo. Esto llevaría a un resultado económico de USD 129/ha, destaca el reporte elaborado por el Departamento de Información Económica de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Por otro lado, explica que el trigo experimentó un rendimiento menor, con una caída de 11,4 quintales por hectárea. Aun así, se espera un rendimiento de soja de segunda muy similar a la campaña previa, pero con precios más elevados, llevando a un incremento en la tasa de rentabilidad esperada en 13 puntos básicos para el planteo combinado.
La tasa de rentabilidad de la actividad en la provincia, que se utiliza para comparar el desempeño del rubro ante otras actividades, podría ubicarse en 20,2% para Córdoba, representando un incremento de 20 puntos básicos respecto a la campaña anterior y concluyendo en un resultado económico de USD 129 /ha.
Si bien el rendimiento de la oleaginosa se espera que sea 5% menor al de la campaña 2019/20, el precio incrementaría en un 56%, pasando de USD 215/tn en mayo de 2020 a un precio esperado por el mercado en USD 334/tn para mayo de 2021.
Parte del incremento en el valor de la oleaginosa sería absorbido por el aumento en el costo del arrendamiento, si consideramos un pago en quintales de soja por hectárea. Así, el costo indirecto incrementaría de USD 281/ha en la campaña 2019/20 a USD 438/tn en la campaña actual.
Adicionalmente, si bien los costos directos incrementaron un 1%, los gastos comerciales disminuyeron alrededor del 5% para ubicarse en los USD 135/ha, debido al abaratamiento del flete en dólares y el menor volumen a ser transportado. Por otro lado, sólo 1 de los 17 departamentos analizados se estiman con rentabilidad negativa, el mismo sería Santa María, con una tasa de rentabilidad negativa del –2,7%, debido principalmente al menor rendimiento de la soja en dicha división.
Con respecto al planteo combinado de trigo y soja de segunda, los resultados se muestran no sólo más optimistas que hace unos meses, sino que se espera una mayor rentabilidad que para la campaña previa a pesar del golpe sufrido por el trigo. El rendimiento del cereal durante la campaña 2020/21 se ubicó en 18,6 quintales por hectárea, 11,4 quintales menos que el ciclo previo. Si bien el precio del cereal se incrementó en USD 54 la tonelada, esto no alcanzó a compensar la menor productividad, y el efecto neto en los ingresos totales del trigo se redujeron en USD 92/ha. De no haber sido por el aumento en el precio, esta reducción se hubiese incrementado hasta los USD 192/ha.
Por otro lado, las expectativas para la soja son más elevadas que las de hace unos meses, y actualmente se espera un rendimiento promedio de 28,6 quintales por hectárea para la soja de segunda en Córdoba. Esto implicaría cambios mínimos respecto a la productividad de la campaña anterior, pero con un precio que resultaría más elevado en USD 119 por tonelada. El ingreso total de la soja incrementaría en USD 336/ha, más que compensando la reducción en el ingreso del trigo y llevando a un incremento de los ingresos totales del planteo del 22%.
En lo referente a los costos directos, los mismos disminuyeron en USD 16/ha para el caso del trigo, pero incrementaron en USD 7/ha en la soja de segunda, resultando en una disminución del 2% con respecto a la campaña anterior, principalmente debido al menor costo de los servicios de cosecha que se habían presentado para el trigo por el menor volumen a cosechar.
En la misma línea, los costos de comercialización observaron una caída del 18% con respecto a la campaña anterior, como consecuencia de la merma en el rendimiento del cereal, que se traduce a un menor uso de camiones para el transporte.
Finalmente, los costos indirectos incrementaron en un 48%. Por un lado, el arrendamiento promedio de la provincia de Córdoba incrementó en 1 quintal de soja por hectárea, a la vez que el precio de la oleaginosa también incrementó, generando un alza en el costo del alquiler por ambos motivos.
El efecto final sobre el resultado económico ha sido un incremento de USD 95/ha con respecto a la campaña 2019/20, alcanzando el valor de USD 125/ha. Esto implicaría una mejora en la rentabilidad de 13 puntos básicos, ubicándose en una tasa del 18,2%.
Fuente: Todo Agro